¿Cuantos microplásticos ingerimos en cada comida?

Los microplásticos son piezas muy pequeñas de materiales de plástico que están contaminando nuestro planeta. Estos trozos de plásticos pueden tenernos origen en multitud de lugares; pueden ser piezas sintéticas, tapicerías, productos de cosmética o limpieza, ropa, neumáticos, desechos de plásticos de usos frecuentes, procesos industriales etc. Por desgracia, la mayoría de estos desechos, de todos los plásticos fabricados, terminan en nuestros mares; alrededor de un 2% y 5% terminan en el océano. De los 8 millones de toneladas de plásticos que son arrojados a nuestros océanos, gran parte se biodegradan y terminan convirtiéndose en partículas muy pequeñas. Y, ¿cuantos microplásticos ingerimos en cada comida?

¿Y qué pasa con estos microplásticos?

Una vez que los desechos de plástico llegan al mar, ya están al alcance de todas las especies que podemos encontrar en los océanos; lo que hace que estén en peligro. Muchos peces terminan comiendo estás pequeñas partículas pensado que es plancton; y los trozos más grandes los peces depredadores los confunden con huevos. La ingesta de estos microplásticos provoca alteraciones en los nacimientos, en el crecimiento y en la alimentación de muchos peces. Según los últimos estudios algunas larvas peces que se han analizado parece que se hacen adictas al plástico y aparentan aborrecer el plancton, lo que les sirve de alimento en una situación normal y sin contaminación.

¿Dónde nos podemos encontrar estos microplásticos y cuantos microplásticos ingerimos?

Mientras comes no te esperas encontrar cosas indeseadas, no esperas encontrar pelos ni trozos de plástico… Pero no somos conscientes de que, aunque no nos demos cuenta, ya estamos ingiriendo productos que no deberíamos y prejudiciales para nuestra salud.

  • En los alimentos marinos se puede encontrar alta concentración de microplásticos. Los moluscos y sobre todo los mejillones acumulan bastantes metales tóxicos.  Muchos peces también tienen un nivel alto, pero suelen estar en el estómago e intestino, parte que se desecha cuando se limpian.
  • La verdura tampoco se libra, puesto que cuando se realiza el regadío se pueden encontrar muchas partículas.
  • Cuando se reutiliza varias veces una botella de plástico empiezan a salir micropartículas. El Bisfenol A también se encuentra en multitud de elementos cotidianos como los tickets de la compra, los platos y vasos desechables, e incluso en los interiores de las latas de conservas.
  • En el aire de casa también podemos encontrar pequeñas partículas de plástico en forma de polvo.

¿Cuantos microplásticos ingerimos en cada comida? Con todo esto, se estima que una persona puede llegar a ingerir entre 13.731 y 68.415 partículas microplásticas cada año.

A día de hoy todavía se están realizando investigaciones sobre los efectos de los microplásticos en las personas. Pero pueden generar problemas intestinales, en la absorción de nutrientes o en los procesos fisiológicos. Está relacionado también con trastornos de los sistemas endocrino, nervioso e inmunitario, y con enfermedades crónicas, degenerativas, neurológicas e, incluso, cáncer. Pero todavía no hay estudios que afirmen todos estos efectos.

Lo que, si está claro, es que los microplásticos no traen nada bueno ni al medio ambiente, ni a los animales ni a los humanos. Por eso, debemos intentar llevar una vida más consciente y sostenible, acercarnos a una vida Zero Waste, generando el mínimo residuo posible. Para conseguir eso solo tenemos que pensarlo dos veces antes de comprar algo, leer bien la etiqueta, de donde procede, comprar moda ecológica, cosmética natural etc. Pequeños gestos que pueden crear grandes cambios.