¿Por qué unirnos al movimiento Slow Fashion?

A día de hoy, la industria textil es el segundo sector más contaminante del planeta. En la producción de las prendas se utiliza una gran cantidad de sustancias químicas y tóxicas que generan un alto consumo energético y de recursos naturales. Así mismo, se emiten una gran cantidad de gases contaminantes a la atmósfera. Cada año pueden llegar venderse más de 80.000 prendas, y al igual que se fabrican, se desechan una gran cantidad de ellas a pesar de seguir en buen estado. Durante los últimos años, las empresas más importantes del sector textil nos están incitando a las compras masivas, a la renovación de nuestro armario por cada estación y a la compra de ropa de “usar y tirar “ofreciéndonos precios muy económicos. Para poder ofrecernos estos precios, cuentan con sus plantas de fabricación en países con pocos recursos, de tal manera que tienen trabajando para ellos a personas en condiciones precarias por salarios indignos. A este fenómeno se le denomina Fast Fashion. Para frenarlo, nace la tendencia Slow Fashion. ¿Por qué deberíamos unirnos al movimiento Slow Fashion?


¿Qué es el movimiento Slow Fashion?

Slow Fashion es el concepto ligado a la moda sostenible, busca la sostenibilidad social y ambiental. Promueve la producción de productos de calidad y artesanos, hechos para durar y fabricados de modo transparente para el consumidor. Esta tendencia contribuye a la reducción del impacto negativo del medio ambiente, y la fabricación de productos locales y ecológicos. Y, además, fomenta el respeto de los derechos laborales de los trabajadores. Por todo esto, ¿por qué no unirnos al movimiento Slow Fashion?

¿Has pensado alguna vez si realmente necesitas toda la ropa que tienes en tu armario? ¿Si realmente usas todo lo que tienes y si merece la pena comprar prendas nuevas cada estación del año? En la mayoría de los casos, tenemos más ropa en nuestro armario de la que realmente necesitamos, por lo que, ¿por qué no unirnos a la moda sostenible y al Slow Fashion? Comencemos a comprar la ropa que realmente necesitemos, prendas que realmente nos gusten y de calidad, que las podamos tener en nuestro armario duramente mucho tiempo y que nunca se pasen de moda. De esta manera colaboraremos con el medio ambiente, con la sociedad y los trabajadores de nuestro entorno.